Gracias.

Bienvenidos. Me gustaría que comentarais sobre esta historia, es la primera vez que escribo una, así que pido que me digáis que os parece.Intentaré hacerlo lo mejor posible,y pronto iré publicando.


Veero(:

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Sexto capítulo.

Conversaciones.


Era domingo y el sol ya se veía por todas partes, el cielo estaba completamente azul, y el bolígrafo encima del cuaderno con grafitis, con esos dos nombres enlazados, muy pegados y juntos, Oli & Raúl. Y por supuesto la cámara negra que le habían regalado los demás. Tenía una inmensa sonrisa en la cara, estaba demasiado cansada, así que el domingo fue un día normal. Nada de moverse, era el único día en el que podías vaguear sin que nadie te molestase, el día de no hacer absolutamente nada. Era perfecto para entrar en el tuenti. Una petición de amistad, de Dani el primo de Raúl, claro, ¿de quién si no?, 58 fotos etiquetadas, del cumpleaños, de ayer vamos, ¿de cuándo van a ser?, 33 comentarios en fotos, en todas las de ayer fijo, no lo siguiente. 5 comentarios y eventos y páginas ninguna, menuda sorpresa lo que siempre espero tener  y esta vez nada de nada. Claro que tenía 6 mensajes en el móvil y 2 perdidas. Olalla sabía perfectamente de quién eran las dos perdidas y un mensaje de los 6, de David, su persona especial.

Se conectó al Messenger, dónde se conectaba solamente para hablar con é, con David, y se le abrió de repente la pantalla, pero no era David, era Raúl.
RaUl   3ºC lo mejorciko  Esee Xevi dpm  dijo:
Loka!
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Loko!
RaUl   3ºC lo mejorciko  Esee Xevi dpm  dijo:
K tal? As escrito algo en el cuaderno no? mas te vale k si!
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Pues no estaba ahora mismo intentando escribir para q te voy a mentir estoy poniendo todo lo q me has hecho hoy q no es poco…
RaUl   3ºC lo mejorciko  Esee Xevi dpm  dijo:
En el fondo te encanto jejejej m piro a cenar loka! Bssss;)
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Vale q aproveche lokoo un besito!

Otra pantalla más.

(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
Pedorra! K tal?
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Invéeeeeeeeeeeeeecil pues bien tu q tal tu vida?
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
Bnnnn avr si kedamos ñaja!
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Pues ya tardas en decir hora y dia amor!
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
El domingo no tengo na k hacer te vne bn?
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
A mi me viene perfecto! hora?
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
5?
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
En el parquecillo del insti ok?
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
Y k hacemos?
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Lo q quiera usted señor David, k le apetece?
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
CINE! :O
Oli.  Esos ojos verdes que matan.   CHIQUIS! (L) dijo:
Eso esta echo y me piro a dormir un besito te quierooooooooooooo :D
(H)DaViD(H)   Olallaaaaaaaaaaaaa:D dijo:
Bskssss enanaa de emee! Tkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkkk!

Olalla ya sabía que es lo que iba a poner en el “diario”, tenía claro que iba a mandarle indirectas muy profundas, para que se diese cuenta de una vez sin tener que decírselo a la cara.

Quinto capítulo.

La fiesta- Tercera parte.



-¡Oli! ¡Loca, ¿me oyes?! – Gritó Raúl con todo su esmero.

¡Hostia!- gritó Olalla por lo bajo, madre mía y ahora ¿qué hago?- pensó para sí.
-¿Qué quieres pesado?- Dijo ella conteniéndose las ganas eufóricas de abrazar a todo el mundo, y no sabía, no tenía ni idea del porqué.
-Ven tonta- Dijo Raúl, así a secas.
Fue, sin pensárselo dos veces, total , aunque le temblaban las piernas, tenía, mejor dicho debía saber qué narices, tenía que decirle Raúl, solo esperaba que no fuese una broma, entonces sería, mejor no pensar como acabaría aquello.


Raúl la cogió de un brazo, esta vez no era como las otras veces, que le agarraba fuerte, para que Xevi le quitara las cosas del estuche, o de la cartera, o le hiciesen quién sabe qué. Esta vez fue delicado, como quien coge a algo que le tiene mucho cariño, acercó sus labios a las orejas de Oli, y le susurró en el oído. Directamente Olalla fue a coger de la habitación dónde dejaron los regalos sus amigos, el pequeño paquete que le había traído Raúl. Lo abrió sin siquiera romper el papel, tenía pensado guardárselo para la eternidad, era de Raúl, un regalo de Raúl no se espera todos los días.
-¿Y esto?- Dijo Olalla asombrada.
-Y esto es para ti cacho de idiota- Dijo Raúl.
-¿ Y de qué me sirve un cuaderno vació?, bueno vale que el bolígrafo decorado por ti, me encanta, pero…-
-¡Tonta!-rió él- Es para que escribas todos los días de este curso que nos quedan por pasar, un diario, pero en el que hables solamente de lo que hacemos en clase, que luego por cierto me darás a mí.
- ¡Oye tú, que los regalos no se devuelven!-Dijo Olalla con una gran sonrisa en la cara- ¿Eso quiere decir que vamos a seguir hablándonos aunque no vallamos al año que viene juntos ¿no?- No se creía que podía estar preguntándole algo así, mirándole a esos ojos verdes…
-Mira que puedes llegar a ser tonta, claro que nos hablaremos, pienso seguir dándote mucho mal, y por cierto no me lo devolverás simplemente lo corregiré con mis anotaciones, ¿sí o no?
- Pues claro que sí- rió Olalla, en esos momentos tenía una sonrisa que nadie podía robarle jamás.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Quinto capítulo.

La fiesta- Segunda parte.



Ya le entraban los sudores, ya le temblaban las manos y se le aceleró el corazón. Se iban aproximando, cuándo a Olalla le entró el pánico, esos nervios que nos hace sentir el amor, cuando llegamos a sentir un sentimiento hacia una persona que ni nosotros mismos nos habíamos dado cuenta de que podíamos llegar a sentir algo así.
-¡Celia! ¡Que viene, que viene!- Dijo Olalla temblando.
-¿Quién viene?-Dijo Octavian.
- Ah, ¿pero que falta gente?- preguntó Nacho.
-Jolines y ahora que hago yo, que vergüenza…- Y Olalla sintió un pinchazo en el estómago.
No se lo podía creer, tubo que frotarse varias veces los ojos  y se pellizcaba cada dos por tres. Mientras se iban acercando se podía ver a la perfección con quienes iba, iba con Xevi, otro más de clase, estuvo bastante tiempo detrás de Celia y Celia detrás de él, se liaron y había atracción y ganas, se les veía, pero Celia estaba muy bien con Isidro, y así quedaría la cosa.  Era muy guapo, no era muy alto, pero tenía un cuerpo escultural, era fuerte y de verás que muy guapo. También venía con un primo suyo al que había visto en varias fotos del tuenti. Era guapo, se le parecía bastante, aunque tenía los ojos marrones, así que ahí se acabo el que se parecían bastante, porque esos ojos que Raúl tenía, no eran del planeta Tierra.

Cuando llegaron lo primero que hicieron fue saludarnos con dos besos a las chicas y estrechándoles la mano a ellos. Nos dirigimos al lugar dónde iba a ser la gran fiesta.
Fuimos en autobús hasta allí, Celia, Sara Laura y yo nos sentamos en unos asientos de cuatro, dos asientos enfrente de otros dos. Nacho, Octavian, e Isidro, lo mismo pero dejando un asiento vacío. Raúl, Xevi y Dani, el primo de Raúl, en la parte trasera y los demás esparcidos como querían.
Al llegar, Raúl me tendió una bolsa con un pequeño regalo y se fue sin decirme nada. Entramos en la casa que me habían dejado mis abuelos para que celebrara el cumpleaños, estaba muy bien decorada, con carteles, globos, focos, cintas de colores, etc.

Lo primero que hicimos fue comernos las pizzas, las chucherías, las patatas fritas, los ganchitos de sabor a queso, el embutido, los frutos secos, y el postre, una tarta de galletas maría que había preparado mi abuelo con cariño para nosotros. Luego puse dulces sobre la mesa, más frutos secos, pastelitos de varios sabores, más chucherías etc… Mientras puse la música que había grabado y comenzamos a bailar a pasarlo bien, sin darnos cuenta de que el primo de Raúl, Dani estaba completamente pegado a Sara, de pronto se sentaron en el sofá y comenzaron a hablar, hasta llegar completamente al beso, que veía venirse desde que los vimos como se miraban. Sara e Isi estaban juntos hablando y haciéndose cosquillas como dos tontos en un sofá, Nacho y Octavian comiendo como si no hubiesen probado bocado hace una semana, Bianca comía con su hermano y Nacho Xevi y Raúl comentaban algo escondiéndose un poco , como si ocultasen algo. Laura, la otra Sara y yo hablábamos de muchas cosas que no s ocurrían en la infancia, cuando éramos aún unas enanas.
Y entonces Raúl, gritó mi nombre.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Cuarto capítulo.

La fiesta.



Sábado por la mañana, ¡al fin! Por la mañana quedó con Celia, para prepararse y saber que iban a ponerse, como iban a maquillarse, y si iba a estar todo bien preparado para el cumpleaños.

Olalla iba a ponerse un vestido ajustado por la rodilla, azul marino con flores marrones, blancas y azules de tono más claro, con las romanas marrones, que ya tenían un año, y casi sin estrenar. Cogió su melena castaña oscura y empezó a repasarse el pelo con la plancha para que quedara totalmente liso, cogió su flequillo y se hizo un pequeño tupé, el peinado era el de siempre, pero a ella le gustaba así. Se pintó la raya baja del ojo, y con eso era suficiente, no le gustaba maquillarse demasiado si no era una ocasión de veras, especial. 

Celia se puso otro vestido, era blanco, muy ibicenco, y muy bonito con pequeños encajes en la parte baja del vestido y también las romanas, dejo los tacones, solamente porque Olalla tampoco los llevaba. Se pintó un poco más, le encantaba lucirse, ya que era muy guapa, era el ideal de belleza, rubia y ojos azules, así que, qué mejor que sacarse partido, aunque a Isi ella le gustaba así y si llevase un trapo en su cuerpo, fuese descalza, y tuviese los ojos marrones, para él, ella sería su gran amor.

Las 5 de la tarde, habían quedado todos en la puerta de debajo de casa de Olalla para dirigirse allí dónde era la fiesta. Fueron llegando uno tras otro, primero llegó Isi, el novio de Celia, era alto, con el pelo corto, con un piercing en la ceja e iba vestido con una camiseta rosa y unos vaqueros muy bonitos, como no unas deportivas con detalles en azul. 

Los siguientes en aparecer fueron Octavian y Nacho, dos chicos muy guapos, y algo pesados, Octavian era rumano, ya llevaba varios años en España, era rubio algo oscuro, con ojos marrones bastante alto y muy, pero que muy pesado. Nacho era, ¿Cómo decirlo para que no suene tan bien como debería?, era demasiado guapo para el gusto de Olalla, era encantador, y a la vez un invécil repelente y estúpido y… Bueno dejémoslo en puntos suspensivos. No era muy alto, pero tampoco era bajo, más bien normal de estatura, moreno con el pelo algo en punta y un físico fuerte, no demasiado ya que todavía tenía 15 años. Fueron apareciendo todos los demás, Patricia y Bea no vinieron, ya que todavía no había demasiado confianza y no se atrevió del todo a decir nada, estaba segura de que dentro de unos años sí que estarían en un día así. Entre los que llegaron estaban Sara, amiga de toda la vida de Celia, también era su mejor amiga, Sara era muy guapa, era alta y también rubia, pero esta con los ojos marrones oscuros, era delgada y muy simpática, Olalla también se llevaba muy bien con ella. Laura, una amiga de la infancia de Olalla, había cambiado bastante desde entonces, estaba muy guapa, era morena y no estaba demasiado delgada, pero tampoco rellenita, tenía más bien caderas, pero ella siempre se arreglaba para estar más mona que nadie, era un encanto, y nunca se acabó la confianza que tenían. Sara, mejor amiga de toda la vida de Olalla, ya no era como antes, pero siempre queda algo de las viejas amigas, siempre sabrán todos tus secretos. Desde que tenían 3 añitos, se contaban todo, absolutamente todo, se enfadaban por cualquier cosa, pero siempre se reconciliaban a los minutos, era demasiado difícil para ellas estar mucho tiempo enfadadas. Eran pocos, pero eran suficientes como pasárselo bien, pero ahí faltaba alguien, faltaban esos ojos verdes, con cualquier amigo al que también quisiese invitar, Olalla se lo dejo claro, para que fuese mejor la respuesta tirando al sí que al no, lo facilitó pidiéndole que si el quería trajese a alguien con él. Ella lo único que esperaba era que el viniese con un amigo, nada de amigas, entonces sí que sería incomodo, y algo extraño...


Allí estaba, eran las 17:24, llevaban esperando algo de tiempo, pero mereció la pena, ya que ver por el camino a esos ojos verdes, acompañados de dos amigos más.